martes, 23 de septiembre de 2014

El guardián entre el centeno.

                                                     
                                             El guardián entre el centeno.




Un aburrido día de otoño, Holden Caufield decidió contar lo que había ocurrido las Navidades pasadas, antes de que se quedara tan débil que tuvieran que mandarle a un lugar cercano a Hollywood para reponerse un poco. No se lo había contado ni a D.B, su hermano. Como D.B vivía en Hollywood solía ir a verlo casi todos los fines de semana. Probablemente sería él quien le llevara a casa cuando saliera de allí, quizá en un mes. Su hermano acababa de comprase un "jaguar", uno de esos cacharros ingleses que se ponían a doscientas millas por hora sin esfuerzo. Le había costado cerca de cuatro mil dólares. Era un famoso escritor y tenía mucho dinero a diferencia de antes, cuando sólo era un simple escritor. La fama le llegó gracias a un libro de cuentos titulado "El pececillo secreto". El cuento preferido de Holden era el que se llamaba igual que el libro. Trataba de un niño que tenía un pez y no se lo dejaba ver a nadie porque se lo había comprado con su dinero. Ahora D.B estaba en Hollywood prostituyéndose. Holden odiaba el cine, no podía ni escucharlo. 

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